Los Pasionistas de la zona de España no somos diferentes a los de las otras zonas de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús, ni a los del mundo entero. Todos vivimos el mismo Carisma y predicamos el mismo mensaje: La pasión de Jesucristo es el remedio para todos los males. Cada uno en sus diferentes ambientes y circunstancias puede presentarla de diferente manera, pero el mensaje es el mismo: Vivir en nuestras vidas a Jesús Crucificado y Resucitado y presentarlo al mundo como la fuerza vital para toda la humanidad. Así nos lo recomiendan nuestras constituciones:
“5. Buscamos la unidad de nuestra vida y de nuestro apostolado en la Pasión de Jesucristo. Ésta es la revelación del poder de Dios, que penetra el mundo para destruir el poder del mal y edificar el Reino de Dios.
Llamados a tomar parte en la vida y en la misión de Aquel "que se anonadó a sí mismo tomando forma de esclavo", en asidua oración contemplamos a Cristo que, al entregar su vida por nosotros, revela el amor de Dios a los hombres y el camino que también éstos deben seguir para llegar al Padre. Esta contemplación nos hace cada vez más capaces para manifestar su amor y ayudar a los demás, de modo que ofrezcan su vida con Cristo al Padre.
6. Nuestra participación en la Pasión de Cristo, que ha de ser personal, comunitaria y apostólica, se expresa con un voto especial. Por él nos comprometemos a promover la memoria de la Pasión de Cristo con la palabra y con las obras, a fin de propagar un conocimiento más efectivo de su valor para cada hombre y para la vida del mundo.
Por este voto nuestra Congregación ocupa su puesto en la Iglesia y se consagra plenamente a cumplir su misión.
A la luz de este vínculo vivimos los consejos evangélicos, procurando cumplir el voto en la vida diaria.
Así, nuestras comunidades tratan de convertirse en fermento de salvación dentro de la Iglesia y en medio del mundo. Y cada uno de nosotros vive la memoria de la Pasión de Cristo según las exigencias de los tiempos actuales”.
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